Te voy a proponer este mes de Noviembre, un vino de una zona que está consolidándose como zona de referencia vinícola, tal y como sucedió hace unos años con zonas como el Priorato, el Bierzo o Toro.
La zona de "moda"
Se trata de la zona de la Sierra de Gredos (oeste de Madrid, norte de Toledo y sur de Ávila). Ya hemos tenido la oportunidad de probar vinos de esta zona en abril (Las Violetas y La Mira) que, si tienes alguna botella, ábrela y podrás comprobar la rica evolución que está llevando ese vino. A mí me recuerda a vinos franceses de la denominación Chateneauf du Pape del sur del Ródano.
Los que llevamos en el mundo del vino bastantes años no podíamos imaginarnos, hace tan solo 5 años, que ahora críticos, tanto nacionales e internacionales, sumilleres y amantes del vino, estemos dedicando tanto tiempo a escribir y valorar estos vinos. Como ejemplo, en los restaurantes de estrellas Michelin mundiales, los vinos de la "Nueva Sierra" se han convertido en los vinos más solicitados a los importadores de vino español en estos momentos.
A pesar de esa ola, en la que parecen estar subidos estos vinos, yo quería haber dejado pasar un poco más de tiempo, pero, dada la repercusión que están tomando, he decidido, a última hora, presentároslo ya.
La bodega
Entrando ya en el vino de este mes, te voy a hablar sobre la propiedad. Son dos amigos que se conocen de haber trabajado en otra bodega, Aurelio y José Ángel. El primero dirige la parte técnica de elaboración y comparte con José Ángel la parte viticultora. Ellos han ido comprando pequeñas parcelas de auténtico minifundio desde 2015, hoy tienen 54 parcelas minúsculas (de 150 a 300 cepas cada finca) situadas entre 1.100 y 1.200 metros de altitud, con las que elaboran un total de 6.200 botellas (obtienen alrededor de 1 kg de uva por cepa). Los suelos son de granito y arena, y los viñedos mayoritariamente son garnachas muy viejas, de 80 a 100 años. Son viñedos que estuvieron a punto de desaparecer pero que se han conservado gracias a esos paisanos que nunca creyeron en las variedades foráneas.
El vino del mes
El vino se llama + Altitud 2019, está elaborado a partir de uvas (tinta) garnacha 90% y (blanco) albillo real 10%, con una crianza de 14 meses. Durante este tiempo, parte del vino se cría en barrica de roble francés tostado ultra bajo, otra parte del vino se cría en vasijas de gres y el resto del vino se envejece en depósitos de hormigón.
Otro detalle a tener en cuenta, gracias a esa altitud, al viñedo y a la forma de trabajar de los viticultores, es que este vino tiene 14º de alcohol (14,42º exactamente), o sea, ideal para beberse la botella entre 2 personas. Algo impensable en esta zona hace años, donde la historia hablaba de otra manera, de graduaciones muchísimo más altas. Vamos que un Ribera o un Rioja de hoy, por citar algunos ejemplos, tiene más alcohol que este vino.
Bajo mi punto de vista, esta bodega apunta muy alto y, si siguen en esta línea de elaboración de los vinos, dentro de un par de años será una de las obligadas en las cartas de vinos.
Aventúrate a probarlo y me cuentas. Luis
Es un placer volver a leer vuestros articulos llenos de sabiduria y de cultura.